Inhalando Líneas

Roque Dalton: poesía y revolución

“Poesía/  Perdóname por haberte ayudado a comprender/

que no estás hecha solo de palabras”

   Roque Dalton es considerado como uno de los escritores más importantes de la Generación Comprometida. Este calificativo de “Generación Comprometida” se le asigna a un movimiento social y literario que surgió en El Salvador durante la década de 1950, en el cual participaron escritores nacionales y escritores de varios países latinoamericanos residentes en El Salvador, exiliados de sus países de origen a efecto de los acosos y persecuciones políticas que resistían en los mismos. Esta Generación Comprometida surge con una evidente fuerza cultural e intelectual, que intentaba crear una revolución a la conciencia de una sociedad intrínsecamente rural de costumbres adormecidas, como era la salvadoreña de mediados del siglo pasado.

Además de poeta y guerrillero, Roque Dalton fue periodista y ensayista.
Derechos de la imagen: http://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-36723491

   Este movimiento liberal, buscaba un cambio social y político para la época. Al frente estaba el poeta Ítalo López Vallecillos al núcleo inicial de escritores conformado por personajes que pasaron a la Historia Nacional como sensibles autores con una notoria profundidad social que recogía y denunciaba los problemas de la época que aún siguen vigentes en la sociedad latina, tales como: exclusión, pobreza, corrupción, autoritarismo etc.

   Demás autores partícipes de este movimiento eran: Irma Lanzas, Álvaro Menéndez Leal, Waldo Chávez Velasco, entre otros. En la “segunda fase” de la Generación Comprometida ocurrió a finales de la Década de los Cincuenta con la creación del Círculo Literario Universitario de la Facultad de Derecho de la Universidad de El Salvador, integrado a su vez por connotados pensadores y escritores como Roberto Armijo, José Roberto Cea, Manlio Argueta y Tirso Canales, siendo el más destacado y conocido miembro, el poeta Roque Dalton.

   Este poeta, periodista, novelista, ensayista salvadoreño sembró el interés por la historia de su país y un cambio en la estética de su literatura. Conocido como el poeta guerrillero, fue asesinado el 10 de mayo de 1975. Desde muy joven demostró una insondable conciencia social, militó en los movimientos revolucionarios y luchó por conseguir las reivindicaciones sociales en Centroamérica.

Roque Dalton se definía como:

Yo como tú amo el amor, la vida, el dulce encanto de las cosas, el paisaje celeste de los días de enero. También mi sangre bulle y río por los ojos que han conocido el brote de las lágrimas. Creo que el mundo es bello, que la poesía es como el pan, de todos. Y que mis venas no terminan en mí, sino en la sangre unánime de los que luchan por la vida, el amor, las cosas, el paisaje y el pan, la poseía de todos.[1]

   Poeta y revolucionario son dos conceptos que en Roque Dalton se relacionaron para demostrar, mediante su temática como escritor y en la vida práctica como intelectual comprometido con las causas justas de su pueblo, que la verdad sí podía ser encerrada en palabras.

Dalton manifestaba que mediante la poesía, era posible decirlo todo.

   … Poesía, perdóname por haberte ayudado a comprender que no estás hecha sólo de palabras…”. “…agradecido te saludo poesía porque hoy al encontrarte (en la vida y en los libros) ya no eres sólo para el deslumbramiento, gran aderezo de la melancolía. Hoy también puedes mejorarme, ayudarme a servir, en esta larga y dura lucha del pueblo… [2]

   El trabajo poético de este autor, le permitía pronunciar su propia vida, de la que se enunciaba como autor y testigo de su tiempo y de su patria. Sus letras se basaban en la riqueza del uso del lenguaje, y el compromiso político. Con su escritura, en la poesía, rompe con los moldes y usanzas de la época, en donde sus poemas eran elaborados entre elementos disímiles de una lucha lógica de unión y lucha de contrarios. Su visión de la poesía era firme:

El poeta debe ser, fundamentalmente fiel con la poesía, con la belleza. Dentro del caudal de lo bello debe sumergir el contenido que su actitud ante la vida y los hombres le imponga como gran responsabilidad de convivencia, Y aquí no caben los subterfugios ni la inversión de los términos. El poeta es tal porque hace poesía, es decir, porque crea una obra bella. Mientras haga otra cosa será todo lo que quiera menos un poeta. Lo cual, por supuesto, no implica con respecto al poeta una privilegiada situación entre los hombres, sino tan sólo una exacta ubicación entre los mismos y una rigurosa limitación de sus actividades, que también sería eficaz en el caso de particularizar la calidad de los médicos, los carpinteros, los soldados o los criminales.[3]

   En Dalton lo específico del lenguaje poético se basa en la analogía que existe entre: los discursos oficiales políticos, hasta los discursos situados en el límite de lo permitido, donde no solamente existen sujetos lingüísticos, sino seres que sufren y reflexionan a través de la escritura entre la sociedad y la poesía. Este poeta nos presenta una poesía vuelta contra sí misma, pero al mismo tiempo deconstructiva. Aparece el sujeto en medio de las palabras como un rótulo agudo en la cultura, y la manipulación del lenguaje se vuelve contra el poema para inquietarlo.

   El lenguaje en la poesía de Roque Dalton se sitúa más allá de su uso social y de las limitantes poéticas.[4] Este poeta tiene conciencia de la separación que funciona entre el lenguaje y el mundo. Foucault explica ese acontecimiento para el siglo XVII, pero su aspiración es a retener la función simbólica del lenguaje, el lugar de las revelaciones, donde “la verdad se manifiesta y se enuncia a la vez.”[5] Creo que casi toda la poesía del siglo XX se pregunta por su propia significación, la inquietud por lo metapoético, la autoreferencialidad, que es la prueba de que ningún lenguaje es inocente y que la labor crítica de la literatura consiste no sólo en mirar lo que nos rodea, sino en demostrar las huellas de las palabras.

   En el poema “Taberna” la música es la realidad de los otros, sus pasos, “un sonido” irreproducible por la voz poética, inalcanzable para la palabra:

   Por las calles que aprendo de memoria cuerpos innumerables hacen la eterna música de los pasos -un sonido, he aquí, que jamás podrá reproducir la poesía.[6]

  La poesía de Dalton subsiste unida a las palabras, a los cuerpos. El poeta no hace más que “reproducir” la realidad en palabras a través del lenguaje poético. El autor[7], dice Dalton en la introducción al poema “Taberna”,  solamente ordenó el material y le dio el mínimo trato formal para construir con él una especie de poema-objeto basado a su vez en una especie de encuesta sociológica furtiva.

   La relación entre el poeta y la revolución, el intelectual y la sociedad, se ubicaron como principales temas en Latinoamérica. En la época de Dalton, la cultura se batallaba al borde de las luchas de liberación, a esto se le agrega el hecho de que este poeta salvadoreño tenía un sentido revolucionario y de compromiso social, en donde una guerrilla está más cerca de todo lo que significa la lucha por el futuro. De esta forma, Roque Dalton basaba su poética en la jerarquización de los compromisos y las tareas históricas del escritor dentro de la cultura revolucionaria.

Para Dalton lo fundamental eran los actos que despertaban la conciencia, todo esto sin dejar de respetar la especificidad literaria, desestimaba las ideas formalistas y elitistas del arte y la cultura, que con el tiempo se transformaban en la cultura de la clase dominante. Su norma estilística se oponía a todas las resistencias ante lo innovador, ya fuera del texto o del tema, mientras ratificaba el compromiso transformado en pantalla de lucha.

   En este sentido la poesía de Roque Dalton no solamente está escrita con palabras o representa a la sociedad, sino que está llena de ideas, de proyectos que muestran que el lenguaje se puede entender con el pensamiento y que las palabras son capaces de articular la verdad. Este poeta revolucionario escribía desde las arduas situaciones de la ocultación en su diálogo con la poesía: “Poesía/  Perdóname por haberte ayudado a comprender/ que no estás hecha solo de palabras”[8]

   Roque Dalton, con su poesía y su riqueza de ideas en el lenguaje, se enfocó en lo social, lo político y lo ideológico, su poesía llena de zozobra y dolor existencial. Dolor por su pueblo, y de sus relaciones amorosas. Impresionado por la poesía de Vallejo, contiene su expresión  de patetismo humano de este poeta peruano del que tanto se siente deudor Dalton, que a su parecer es “la expresión autentica del hombre roto y aniquilado por el capitalismo.”[9]

   El poeta salvadoreño fue quien profundizó[10] la idea de la forma poética que aprehende de la realidad, cuyo principal tema es la modalidad expresiva y estilística llegando a ser poesía conversacional o coloquial. Roque Dalton ubicaba su obra al servicio revolucionario y le impregnaba una fuerte ideologización.

   El tono conversacional en la poesía de Dalton se entiende como diálogo común, pero elaborado con fines literarios y estilísticos. “Un diálogo en el cual el poeta acusa y protesta contra la sociedad de su país.”[11]:

   Ahora me corroen los deberes del acecho que hacen del hijo bueno un desertor, del pavito coqueto un pobre desvelado, del pan de Dios un asaltante hambriento.[12]

   Es por esto, y respondiendo a su poética revolucionaria, que la poesía de Dalton, cuyo principal rasgo va a ser el vigor de su tono conversacional, es multitemática. Su poesía es reflejo, crítica e interpretación de la injusticia social, la acción revolucionaria, el compromiso de la literatura con la sociedad, y de todas las circunstancias sociales de las que nace y en las que vive su poesía.

   La obra de Roque Dalton, toca a muchos con la experiencia humana, a través de su propia experiencia, aunque siempre enfrascado en el tema de su patria que “cae como una pastillita de veneno en sus horas.” Lo político de su lenguaje, nos proporciona instrumentos para la interpretación y a su vez nos ayuda a entender la realidad y transfigurarla por medio de las líneas que construyen la historia de un pueblo a través de la poesía.

[1] Juan Carlos Berrio. Roque Dalton: Antología. (México: Lizarra, 1995), 58

[2] Berrio…, 105

[3] Berrio…, 84

[4] Enrique Lihn, La musiquilla de las pobres esferas. (Santiago de Chile. Editorial Universitaria, 1969).

[5] Michel Foucault, Las palabras y las cosas. Una arqueología de las ciencias humanas. (Madrid: Siglo XXI Editores, 1993; 1° edición en francés de 1966), 44.

[6] Roque Dalton, Taberna y otros lugares. (La Habana, Cuba. Casa de las Américas, 1969).

[7] La musiquilla de las pobres esferas. Poema «Silbido casi tango»

[8] Roque Dalton. Poemas clandestinos (Lima, Comité Peruano de Solidaridad con el Pueblo Salvadoreño, 1981), 28

[9] Recopilación de textos sobre Roque Dalton, Casa de las Américas, La Habana, 1986, p. 42

[10] Roque Dalton (en colaboración con R. Depestre, E. Desnoes, R. Fernández Retamar, A. Fornet y C. M. Gutiérrez): El intelectual y la sociedad. (México, Siglo XXI Editores, 1969)

[11] Roberto Retamar Fernández. Para una teoría de la literatura hispanoamericana. (Santa fe: Letras,1995)

[12] Dalton, Roque: Poemas clandestinos, Lima, Comité Peruano de Solidaridad con el Pueblo Salvadoreño, 1981

15 comentarios sobre “Roque Dalton: poesía y revolución

    1. Muchas gracia por tu valioso comentario.
      Roque Dalton es un gran poeta y es necesario que todos conozcan de su lucha y su trabajo. Él escribió: «Cuando sepas que he muerto no pronuncies mi nombre, porque se detendría la muerte y el reposo». Hoy a través de la re-lectura de sus poemas, su nombre sigue pronunciándose hasta después de su muerte.
      Gracias por leer el post.

      Abrazos.

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  1. Un gran poeta, Roque, una frase que de seguro le hubiera disgustado, por cierto. Quizás sea el gran divergente, Roque, o el verdadero revolucionario, un incómodo, como termina siendo todo el que se dé a la verdad. Roque se dio a ella desde la poesía, desde la creación que trasciende lo estético, debatido así entre creación y acción y procurando fundir ambas: ya eso es la aventura de una vida, porque ¨la sinceridad es grosera¨, y la estética apegada a ella muta, se tuerce, tiene que volverse otra. Por tu entrada supe de su admiración por Vallejo, y de reconmocerse influenciado por él; me impresiona todavía más Roque, animas a leerlo hondo con tu entrada; lo hacía mucho más apegado a Nicanor. Roque es uno de los poetas latinoamericanos más influyentes, sin dudas. En Cuba el poeta más apegado a él sería Luis Rogelio (el Wichy) Nogueras, un poeta cubano medular, que no sería tal sin Roque, sostengo. Otra muy buena entrada. Gracias por ellas.

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    1. Gracias a ti por leer el post. Roque Dalton haciendo revolución siempre. Su poesía está ligada a su identidad y a su patria. Este poeta no buscaba nada, sólo encontró en la poesía su goce y disfrute. Naturalmente nos toca con su biografía y su poesía lo acompaña de la mano.

      Saludos.

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