La lectura: un acto creativo
En El acto de leer: teoría del efecto estético el texto aparece como “correlato de la conciencia del lector”[1] La fenomenología propuesta por Iser se postula a través del análisis de la lectura, que funciona paralelamente a procesos de conciencia generadoras de ese esfuerzo cognoscitivo conocido como “comprensión”. Los estudios literarios se transforman en un esfuerzo creativo de la recepción que se abre hacia el sentido del texto como una totalidad. Un trabajo en conjunto entre autor y lector; entre lo dicho, lo señalado y la interpretación. La teoría de Iser no sólo propone una fenomenología gráfica que extrae los elementos del texto como si se conformara un rompecabezas, lo que logra es gestar una preocupación por lo otro a partir del sí-mismo[2].
A la hora de considerar una obra literaria, no solamente se debe tener en cuenta el texto en sí como obra, sino también, los actos con los que nos enfrentamos al texto. El texto le ofrece al lector diversas visiones en las que el tema de una obra puede salir a la luz, pero su verdadera manifestación es un acto concretizado, es decir, la obra literaria tiene dos extremos: el estético que es lo concreto llevado de la mano del lector y el artístico cuyo texto es creado por el autor. La obra del autor es más que solo texto, este texto toma vida cuando se concretiza con un lector.
Iser dice: “El texto es un presupuesto estructurado para sus lectores”[3] en su ensayo “El proceso de lectura”[4] que trata sobre la estética de la recepción y describe los mecanismos de la interpretación literaria, mostrándonos tres puntos de la fenomenología literaria[5]: la reducción fenomenológica en la que Iser lo piensa como un proceso de retención de pasajes de textos, donde el texto mismo no es ni espera ni recuerdo, es un hecho de experiencia en los procesos de lectura; luego está, la formación de consistencia[6], frente al número de valor y uso de la obra literaria entre el lector y el texto; y el lector implícito quien es el que le añade a cada lectura un sentido. Sigue leyendo «La lectura: un acto creativo»